martes, 14 de noviembre de 2006

A VUELTAS CON EL CORTE INGLÉS. LOS REGIONALISTAS PEDIMOS LEGALIDAD Y CONSENSO.


El corte Inglés que se incluye en el Convenio con las Carmelitas, es un Corte Inglés pequeñito, de apenas 3.200 metros cuadrados de parcela, lo que en siete plantas daría unos 22.000 y pico metros de superficie comercial más los aparcamientos subterraneos. No es, por tanto, de la magnitud del Corte Inglés de Badajoz pero, al fin y al cabo, una gran superficie como ésta es esperada ansiosamente por una mayoría de Cacereños y Cacereñas. A la mayoría, según hablan los cronistas, les da igual que la operación de desembarco del Gigante en Cáceres sea o no dudosa; es decir que el fin justifica los medios; en definitiva que la mayoría de la gente quiere pasear por sus instalaciones sin salir de la ciudad. El problema es que quien tiene que decidir con su voto si se recalifica o no un terreno hasta ahora para fines docentes; aquel que ha sido elegido por los ciudadanos para que les representen en las instituciones, precisamente, en virtud del mandato electoral tiene entre sus manos el deber y la responsabilidad del cumplimiento fiel del cargo, cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes, y por tanto debe ejercer su cargo con total sometimiento al derecho, pensando siempre en el bien común.
El Corte Inglés está muy bien, y es bueno que venga a Cáceres. Ya tenía que estar aquí. Pero quien piense que el Corte Inglés solo puede venir de una manera está equivocado. Ya lo han dicho sus representantes: lo único que les interesa es la parcela que van a ocupar, porque ellos son ajenos a viviendas y otras edificaciones. A nosotros, desde el punto de vista regionalista queremos para nuestras ciudades las mismas posibilidades que tienen otras a las que siempre hemos mirado. Queremos que las diferencias con respecto a las más equipadas sean cada vez menores. Queremos que las posibilidades de empleo se incrementen; que los negocios resplandezcan y que nuestras ciudades cobren vida. No podemos negarnos a lo que supone y todos parece que tienen claro el Corte Inglés. No nos negamos.
Ahora como representantes de los ciudadanos, en la parte que nos corresponde, (tenemos un Concejal en el Ayuntamiento de Cáceres) no podemos dejarnos cegar por el brillo que refleja la instalación de los Almacenes en una parcela en la que el Ayuntamiento tiene que percibir el 10% del mayor aprovechamiento urbanístico. Es nuestra obligación velar porque no se vean perjudicados los ciudadanos y porque la casa común de todos los vecinos perciba lo que justamente le otorgan las leyes y no menos.
Y a todo esto debemos preguntarnos: ¿Cómo hay que calificar a un propietario al sus metros de propiedad valen una barbaridad en una expropiación del Ayuntamietno, y cuando se trata de comprarle unos derechos a éste sólo está dispuesto a pagar un valor catastral escaso y anticuado? ¿Cómo se calificaría a un gobernante que está dispuesto a pagar por la adquisición de un parque o un chalet cantidades ingentes de dinero, y cuando se trata de cobrarle a algunos por la cesión de sus derechos está dispuesto a casi regalarlos? ¿Cómo se puede hoy sostener que en la Avda. Virgen de Guadalupe de Cáceres, los metros edificables estén a 200 Euros? Pues no, no se puede mantener. Cualquier persona normal pensará y acertará que se trata de un "pelotazo", sí "pelotazo" palabra últimamente de moda que también comienza a instalarse en las tertulias de los cacereños.
Y También, tenemos obligación de preguntarnos, si el empresario que ha conseguido hacer firmar un documento de compromiso al Corte Inglés tiene que tener privilegios en la Ciudad. Algunos opinan que sí. Según determinados empresarios y promotores de Cáceres, hay otros proyectos más que esperan el mismo trato que el Grupo del Gobierno pretende dar al promotor del Solar de la Congregación de las Hermanas Carmelitas.
Una operación de ese calibre no puede hacerse sin que la Ciudad perciba lo que le pertenece. Y lo que le pertenece es mucho más de lo que se ofrece, y no es posible mirar para otro lado. Lo importante no es que en la parcela en cuestión se hagan viviendas o no se hagan viviendas; que el promotor gane o no gane dinero. Lo importante es que en esta cuestión, cuando las aguas vienen sucias y corren enlodadas por algunos territorios, que aquí velemos por tenerlas limpias. Es preciso buscar el acuerdo entre las principales fuerzas políticas y colaborar unidos en la consecución de algo que se desee para la ciudad, sea esto u otra cosa, como por ejemplo se ha empezado a ver con la Capitalidad Cultural 2016, en la que todos estamos involucrados. Hace falta dar claridad, buscar la concordia y no enrocarse en posiciones inmovilistas. Es necesario buscar el bien para la ciudad comenzando por velar por que cada uno cumpla con sus obligaciones. Y la principal obligación de un ayuntamiento es recaudar lo justo para dar a los vecinos justas compensaciones en la aplicación del gasto, en definitiva en la mejora de los servicios para hacer de la ciudad una ciudad cada día con más calidad de vida.
Si al Corte Ingles, con viviendas o sin viviendas. Que cuanto antes se instale en Cáceres, en ésta o en otra parcela pero con consenso y sin renunciar a nada. Cada actor que cumpla con su parte de la obra, sin escaqueos y sin trampas. Operaciones claras, limpias y a su justo precio. Que nadie pierda, pero tampoco que nadie se vea en la obligación de decir que "viva alguien" porque le venga dios a ver.
Estanislao Martín Martín
Concejal REgionalista en el Grupo Socialista
del Ayuntamiento de Cáceres.

1 comentario:

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