REGIONALISMO EXTREMEÑO Y UNIDAD DE ESPAÑA
I CONGRESO DE COALICIÓN EXTREMEÑA PREX CREXCáceres a 14 de diciembre de 2003
Los diferentes intentos que a lo largo de la Historia han existido para definir una región Extremeña como expresión de la unidad de un pueblo capaz de asumir y regir su destino, por unos motivos u otros, no han tenido la relevancia necesaria como para mover las estructuras del Estado. Es con la llegada de la Democracia cuando comenzamos a tener clara conciencia de que Extremadura puede y debe tener unas instituciones propias, pues nuestra región tiene el suficiente bagaje histórico como para diferenciarse del resto de los pueblos que configuran la España de todos. Fueron muchas personas las que pusieron su empeño en conseguir que nuestra región fuera considerada para asumir los poderes que la descentralización política conllevaba.
La Constitución Española de 1978, que ahora cumple 25 años, posibilitó que pudiéramos constituirnos en Comunidad Autónoma.- El acceso a la autonomía conllevaba un reconocimiento implícito, al establecerse que las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes... podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas: Cáceres y Badajoz, no sólo eran provincias limítrofes sino que, además, presentaban características históricas, culturales y económicas comunes.
Pero al margen de la consideración de muchos al pensar que Extremadura eran dos: Cáceres y Badajoz, y ello en los primeros albores de la Autonomía constituyó un handicaps, ha ido diluyéndose claramente para pasar de considerar que uno era cacereño o pacense a que la mayoría de nuestra población se sienta Extremeña, y que considere que es preciso abandonar el provincialismo para asumir un sentimiento más completo, más unificador en beneficio de todos, el sentimiento Regionalista.
La aparición desde los primeros momentos en Extremadura, de movimientos Regionalistas (AREX, EU, PREx y CREx) y su participación activa en la política regional, ha coadyuvado a la creación de un verdadero sentimiento regionalista extremeño.
Hoy día, los regionalistas de COALICIÓN EXTREMEÑA PREX CREX, consideramos superada la división provincial, e incluso nos hemos atrevido a poner sobre la mesa y someter al debate la consideración de EXTREMADURA como PROVINCIA ÚNICA.
En la actualidad nadie en su sano juicio puede cuestionar el hecho de que MÉRIDA sea la capital autonómica, ni tampoco que las ciudades de Badajoz y Cáceres sean los referentes políticos, económicos y administrativos de la incipiente descentralización iniciada en Extremadura.
Es evidente que los regionalistas de COALICIÓN EXTREMEÑA PREX CREX, tenemos nuestro propio modelo de organización Política e Institucional de nuestra Comunidad Autónoma. El mismo pasa por la desaparición de las provincias o, al menos, su nula relevancia a efectos internos y la configuración territorial extremeña dividida en comarcas, de modo que la administración se acerque a los ciudadanos de modo racional y de esta manera evitar los desequilibrios entre las distintas zonas de Extremadura.
Tenemos los mecanismos. Consideramos que el desarrollo extremeño debe ser uniforme. Nuestros ciudadanos son iguales y se merecen servicios de calidad y cercanos. Disipar el peligro que supone la migración y el abandono de comarcas naturales y pequeños municipios, hacia las grandes urbes extremeñas es tarea fundamentalmente de los políticos que representan y dirigen los designios de nuestra tierra.
La integración en la Unión Europea supone cesión de soberanía a instancias comunitarias, es decir, la dependencia de los Estamentos Comunitarios en la regulación de muchos aspectos de la política económica y social. Ello no es incompatible con el Regionalismo, sino un acicate más para mostrarnos ante nuestro socios comunitarios como una región plenamente definida, con una problemática concreta y con mecanismos de defensa basados en la unión y la capacidad de nuestro pueblo que, a su vez, debe esforzarse en aportar trabajo, producción e innovaciones a la nueva situación política de una Europa Federal.
Es evidente que son los Estados los que participan directamente en la construcción europea, pero los Estados se componen de regiones y sin la colaboración de las regiones los Estados estarían huecos y las estructuras comunitarias se tambalearían en poco tiempo. Por tanto, Extremadura es necesaria para España, como lo son el resto de comunidades y ciudades autónomas. La responsabilidad del concierto regional recae en el Gobierno del Estado Español.
Una política de confrontación institucional del Gobierno con las Comunidades autónomas es una torpeza. La utilización indiscriminada del poder legislativo para reformar o crear leyes sin consenso con la única finalidad de doblegar a los legítimos representantes de las instituciones autonómicas es una afrenta. La confusión del partido del gobierno con el gobierno mismo no es propio de sistemas democráticos.
España, a tenor de la Constitución vigente, representa y se constituye como Estado Autonómico. Nuestra norma fundamental, establece los mecanismos necesarios para el desenvolvimiento político e institucional del Estado. También establece los mecanismos necesarios para la reforma de la propia constitución.
La puesta en escena de movimientos tendentes a crear un debate sobre la reforma constitucional, hace que cada cual según sus aspiraciones o concepciones se posicione a favor o en contra, o incluso se critiquen los modos y las formas de hacer valer sus propuestas:
Los autonomistas consideran que debe profundizarse en el Estado Autonómico y por tanto debe avanzarse en la reforma del Estatuto de Autonomía, con el fin de afianzar el poder autonómico.
Los nacionalistas pretenden ir más allá del Estado autonómico tal y como en la actualidad está configurado y presionan para conseguir más y mejores transferencias, o incluso arrebatar competencias exclusivas del Estado.
Los nacionalistas vascos, influidos por el mundo independentista etarra, dan una vuelta a la tuerca y proponen una "Asociación Libre con España".
Los nacionalistas catalanes, aspiran fundamentalmente a un modelo económico que les equipare al sistema Foral que permanece en el País Vasco y Navarra.
El partido popular, en el poder los últimos años, se erige en el único partido que representa la UNIDAD de España. Para ello partido y gobierno se confunden y reparten "leña" a diestro y siniestro. Todo movimiento tendente a promocionar el Estado autonómico, así como a profundizar en el mismo, es visto como una afrenta a la unidad de España.
El PSOE, se posiciona en la Declaración de Santillana de 30 de Agosto de 2003, en la consideración de España como un Estado Plural, dinámico, cimentado en identidades compatibles y no conflictivas entre si, donde la idea de lo común que fundamenta la convivencia no pueda ser arrogada patrimonio privado de nadie en particular. Postulan que las comunidades autónomas deben liderar la sociedad española hacia la innovación tecnológica y la sociedad del conocimiento. El Estado autonómico debe servir, de nuevo, para ganar el futuro para los ciudadanos.
Frente a este debate, los Regionalistas Extremeños, consideramos que se está fraguando un movimiento que puede tener una importancia enorme en el futuro y sobre el que no nos interesa perder el tren de nuevo.
Desde el respeto al Estado Autonómico, debemos posicionarnos claramente por un desarrollo pleno de la Autonomía Extremeña.
No debemos bajar la guardia hasta que el Estatuto de Autonomía Extremeño tenga el mismo desarrollo que las comunidades más avanzadas y debemos oponernos a cualquier reforma constitucional que rompa el equilibrio territorial.
Debemos utilizar la autonomía para hacer de Extremadura una región moderna, innovadora en la que el vivir sea, como lo es, un privilegio. Debemos usar el poder autonómico como medio de defensa de un modo de vida tradicional, procurando un desarrollo armónico y equilibrado. La autonomía debe servir a los Extremeños para diferenciarnos del resto de los pueblos de España y para ganar posiciones en el contexto nacional y Europeo.
Lo verdaderamente importante es mantener nuestra impronta. Extremadura no tiene los problemas que pueden existir en otras comunidades. Extremadura tiene una problemática propia a la que hay que dar soluciones.
Es conveniente no entrar en disquisiciones que tienen escasos visos de prosperabilidad: ni el Gobierno Vasco es competente para reformar la constitución y cambiar el modelo de Estado, ni los nacionalistas independentistas aspiran a otra cosa que no sea crear un clima de confrontación que les ayude a ganar más votos en las elecciones.
España, es un estado complejo, cabemos todos. Todos menos los que ejercen la violencia.
España se ve distinta desde la periferia que desde el centro. Se ve distinta desde una consideración centralista que desde una regionalista.
El Regionalismo que puede ser incongruente en Madrid, es absolutamente necesario en Extremadura.
La llama del regionalismo beneficia los intereses de nuestra región. Los extremeños no somos aquellos ignorantes que abandonábamos nuestra tierra para emigrar a cualquier sitio, por la sola consideración de que aquí no se podía vivir. Los extremeños estamos construyendo una sociedad moderna y evolucionada, haciendo hincapié en las posibilidades del conocimiento y utilizando las modernas tecnologías, para un desarrollo pleno de la personalidad y de las nuevas generaciones. Estamos dotando a la región de modernas infraestructuras y nuestra voz comienza a escucharse en España.
Desde el regionalismo extremeño comprendemos las aspiraciones de otras fuerzas nacionalistas. Pero no podemos permitir que el avance del Estado Autonómico se escore hacia otras regiones y volvamos a hundirnos en el olvido.
Cualquier maniobra atentatoria contra la Igualdad de las comunidades autónomas nos tendrá en frente.
Ejercer de extremeñistas es llevar a gala un sentimiento de transformación de nuestra sociedad regional. Es querer ganar el futuro y hacer de una tierra olvidada y periférica una sociedad innovadora que puede y debe ser tenida en cuenta.
Somos conscientes que todavía tenemos muchos asuntos que desarrollar. Desde una óptica regionalista se pueden apuntar y señalar más nítidamente los aspectos que conviene mejorar.
Desde COALICIÓN EXTREMEÑA PREX CREX, queremos colaborar en el desarrollo de nuestra comunidad autónoma, porque es el primer eslabón para construir un estado autonómico que útil para todos.
Nos declaramos partidarios de profundizar en el modelo de estado descentralizado, en el que las regiones tengan un mayor peso específico. Consideramos que el Estado autonómico es mejorable y es posible caminar hacia un Estado Federal en el que sin duda, gran parte de la problemática actualmente planteada no tendría cabida.
Es posible caminar juntos garantizando la diversidad. Que esto lo comprendan los grandes partidos es otro cantar.
Estanislao Martín Martín
Cáceres 14 de diciembre de 2003
I CONGRESO DE COALICIÓN EXTREMEÑA PREX CREXCáceres a 14 de diciembre de 2003
Los diferentes intentos que a lo largo de la Historia han existido para definir una región Extremeña como expresión de la unidad de un pueblo capaz de asumir y regir su destino, por unos motivos u otros, no han tenido la relevancia necesaria como para mover las estructuras del Estado. Es con la llegada de la Democracia cuando comenzamos a tener clara conciencia de que Extremadura puede y debe tener unas instituciones propias, pues nuestra región tiene el suficiente bagaje histórico como para diferenciarse del resto de los pueblos que configuran la España de todos. Fueron muchas personas las que pusieron su empeño en conseguir que nuestra región fuera considerada para asumir los poderes que la descentralización política conllevaba.
La Constitución Española de 1978, que ahora cumple 25 años, posibilitó que pudiéramos constituirnos en Comunidad Autónoma.- El acceso a la autonomía conllevaba un reconocimiento implícito, al establecerse que las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes... podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas: Cáceres y Badajoz, no sólo eran provincias limítrofes sino que, además, presentaban características históricas, culturales y económicas comunes.
Pero al margen de la consideración de muchos al pensar que Extremadura eran dos: Cáceres y Badajoz, y ello en los primeros albores de la Autonomía constituyó un handicaps, ha ido diluyéndose claramente para pasar de considerar que uno era cacereño o pacense a que la mayoría de nuestra población se sienta Extremeña, y que considere que es preciso abandonar el provincialismo para asumir un sentimiento más completo, más unificador en beneficio de todos, el sentimiento Regionalista.
La aparición desde los primeros momentos en Extremadura, de movimientos Regionalistas (AREX, EU, PREx y CREx) y su participación activa en la política regional, ha coadyuvado a la creación de un verdadero sentimiento regionalista extremeño.
Hoy día, los regionalistas de COALICIÓN EXTREMEÑA PREX CREX, consideramos superada la división provincial, e incluso nos hemos atrevido a poner sobre la mesa y someter al debate la consideración de EXTREMADURA como PROVINCIA ÚNICA.
En la actualidad nadie en su sano juicio puede cuestionar el hecho de que MÉRIDA sea la capital autonómica, ni tampoco que las ciudades de Badajoz y Cáceres sean los referentes políticos, económicos y administrativos de la incipiente descentralización iniciada en Extremadura.
Es evidente que los regionalistas de COALICIÓN EXTREMEÑA PREX CREX, tenemos nuestro propio modelo de organización Política e Institucional de nuestra Comunidad Autónoma. El mismo pasa por la desaparición de las provincias o, al menos, su nula relevancia a efectos internos y la configuración territorial extremeña dividida en comarcas, de modo que la administración se acerque a los ciudadanos de modo racional y de esta manera evitar los desequilibrios entre las distintas zonas de Extremadura.
Tenemos los mecanismos. Consideramos que el desarrollo extremeño debe ser uniforme. Nuestros ciudadanos son iguales y se merecen servicios de calidad y cercanos. Disipar el peligro que supone la migración y el abandono de comarcas naturales y pequeños municipios, hacia las grandes urbes extremeñas es tarea fundamentalmente de los políticos que representan y dirigen los designios de nuestra tierra.
La integración en la Unión Europea supone cesión de soberanía a instancias comunitarias, es decir, la dependencia de los Estamentos Comunitarios en la regulación de muchos aspectos de la política económica y social. Ello no es incompatible con el Regionalismo, sino un acicate más para mostrarnos ante nuestro socios comunitarios como una región plenamente definida, con una problemática concreta y con mecanismos de defensa basados en la unión y la capacidad de nuestro pueblo que, a su vez, debe esforzarse en aportar trabajo, producción e innovaciones a la nueva situación política de una Europa Federal.
Es evidente que son los Estados los que participan directamente en la construcción europea, pero los Estados se componen de regiones y sin la colaboración de las regiones los Estados estarían huecos y las estructuras comunitarias se tambalearían en poco tiempo. Por tanto, Extremadura es necesaria para España, como lo son el resto de comunidades y ciudades autónomas. La responsabilidad del concierto regional recae en el Gobierno del Estado Español.
Una política de confrontación institucional del Gobierno con las Comunidades autónomas es una torpeza. La utilización indiscriminada del poder legislativo para reformar o crear leyes sin consenso con la única finalidad de doblegar a los legítimos representantes de las instituciones autonómicas es una afrenta. La confusión del partido del gobierno con el gobierno mismo no es propio de sistemas democráticos.
España, a tenor de la Constitución vigente, representa y se constituye como Estado Autonómico. Nuestra norma fundamental, establece los mecanismos necesarios para el desenvolvimiento político e institucional del Estado. También establece los mecanismos necesarios para la reforma de la propia constitución.
La puesta en escena de movimientos tendentes a crear un debate sobre la reforma constitucional, hace que cada cual según sus aspiraciones o concepciones se posicione a favor o en contra, o incluso se critiquen los modos y las formas de hacer valer sus propuestas:
Los autonomistas consideran que debe profundizarse en el Estado Autonómico y por tanto debe avanzarse en la reforma del Estatuto de Autonomía, con el fin de afianzar el poder autonómico.
Los nacionalistas pretenden ir más allá del Estado autonómico tal y como en la actualidad está configurado y presionan para conseguir más y mejores transferencias, o incluso arrebatar competencias exclusivas del Estado.
Los nacionalistas vascos, influidos por el mundo independentista etarra, dan una vuelta a la tuerca y proponen una "Asociación Libre con España".
Los nacionalistas catalanes, aspiran fundamentalmente a un modelo económico que les equipare al sistema Foral que permanece en el País Vasco y Navarra.
El partido popular, en el poder los últimos años, se erige en el único partido que representa la UNIDAD de España. Para ello partido y gobierno se confunden y reparten "leña" a diestro y siniestro. Todo movimiento tendente a promocionar el Estado autonómico, así como a profundizar en el mismo, es visto como una afrenta a la unidad de España.
El PSOE, se posiciona en la Declaración de Santillana de 30 de Agosto de 2003, en la consideración de España como un Estado Plural, dinámico, cimentado en identidades compatibles y no conflictivas entre si, donde la idea de lo común que fundamenta la convivencia no pueda ser arrogada patrimonio privado de nadie en particular. Postulan que las comunidades autónomas deben liderar la sociedad española hacia la innovación tecnológica y la sociedad del conocimiento. El Estado autonómico debe servir, de nuevo, para ganar el futuro para los ciudadanos.
Frente a este debate, los Regionalistas Extremeños, consideramos que se está fraguando un movimiento que puede tener una importancia enorme en el futuro y sobre el que no nos interesa perder el tren de nuevo.
Desde el respeto al Estado Autonómico, debemos posicionarnos claramente por un desarrollo pleno de la Autonomía Extremeña.
No debemos bajar la guardia hasta que el Estatuto de Autonomía Extremeño tenga el mismo desarrollo que las comunidades más avanzadas y debemos oponernos a cualquier reforma constitucional que rompa el equilibrio territorial.
Debemos utilizar la autonomía para hacer de Extremadura una región moderna, innovadora en la que el vivir sea, como lo es, un privilegio. Debemos usar el poder autonómico como medio de defensa de un modo de vida tradicional, procurando un desarrollo armónico y equilibrado. La autonomía debe servir a los Extremeños para diferenciarnos del resto de los pueblos de España y para ganar posiciones en el contexto nacional y Europeo.
Lo verdaderamente importante es mantener nuestra impronta. Extremadura no tiene los problemas que pueden existir en otras comunidades. Extremadura tiene una problemática propia a la que hay que dar soluciones.
Es conveniente no entrar en disquisiciones que tienen escasos visos de prosperabilidad: ni el Gobierno Vasco es competente para reformar la constitución y cambiar el modelo de Estado, ni los nacionalistas independentistas aspiran a otra cosa que no sea crear un clima de confrontación que les ayude a ganar más votos en las elecciones.
España, es un estado complejo, cabemos todos. Todos menos los que ejercen la violencia.
España se ve distinta desde la periferia que desde el centro. Se ve distinta desde una consideración centralista que desde una regionalista.
El Regionalismo que puede ser incongruente en Madrid, es absolutamente necesario en Extremadura.
La llama del regionalismo beneficia los intereses de nuestra región. Los extremeños no somos aquellos ignorantes que abandonábamos nuestra tierra para emigrar a cualquier sitio, por la sola consideración de que aquí no se podía vivir. Los extremeños estamos construyendo una sociedad moderna y evolucionada, haciendo hincapié en las posibilidades del conocimiento y utilizando las modernas tecnologías, para un desarrollo pleno de la personalidad y de las nuevas generaciones. Estamos dotando a la región de modernas infraestructuras y nuestra voz comienza a escucharse en España.
Desde el regionalismo extremeño comprendemos las aspiraciones de otras fuerzas nacionalistas. Pero no podemos permitir que el avance del Estado Autonómico se escore hacia otras regiones y volvamos a hundirnos en el olvido.
Cualquier maniobra atentatoria contra la Igualdad de las comunidades autónomas nos tendrá en frente.
Ejercer de extremeñistas es llevar a gala un sentimiento de transformación de nuestra sociedad regional. Es querer ganar el futuro y hacer de una tierra olvidada y periférica una sociedad innovadora que puede y debe ser tenida en cuenta.
Somos conscientes que todavía tenemos muchos asuntos que desarrollar. Desde una óptica regionalista se pueden apuntar y señalar más nítidamente los aspectos que conviene mejorar.
Desde COALICIÓN EXTREMEÑA PREX CREX, queremos colaborar en el desarrollo de nuestra comunidad autónoma, porque es el primer eslabón para construir un estado autonómico que útil para todos.
Nos declaramos partidarios de profundizar en el modelo de estado descentralizado, en el que las regiones tengan un mayor peso específico. Consideramos que el Estado autonómico es mejorable y es posible caminar hacia un Estado Federal en el que sin duda, gran parte de la problemática actualmente planteada no tendría cabida.
Es posible caminar juntos garantizando la diversidad. Que esto lo comprendan los grandes partidos es otro cantar.
Estanislao Martín Martín
Cáceres 14 de diciembre de 2003
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