Dice el refrán castellano que "de bien nacido, es ser agradecido" y yo no puedo dejar de agradecer a la que siempre será mi Consejera, mi "seño" como la he llamado coloquialmente, estos casi tres años de convivencia política.
No es fácil aceptar en tu equipo a una persona que no conoces de nada y que ha llegado como consecuencia de un pacto político, que ni siquiera es ideológicamente afín en algunas cuestiones, y sin embargo Leonor después de un breve espacio de tiempo en el que supongo que me midió, observó y se asesoró me dio su confianza.
El cargo de Director del Centro de las Artes Escénicas y de la Música no lleva aparejado una gran responsabilidad política en cuanto a decisiones se refiere pero sí tiene su importancia en cuanto a la proyección de la imagen de la Consejería y en eso me di cuenta que mi "seño" confiaba en mí.
Los que me conocen saben que no suelo ser pródigo en halagos y que cuando los hago, lo hago de corazón. Leonor es una política de raza, con criterios, nada sectaria (para muestra yo) y con un proyecto político para Extremadura en lo que a la Cultura y Turismo se refiere magnífico. Es una lástima que una inoportuna enfermedad no la haya dejado terminar la legislatura, pero estoy seguro que volverá a la carga con más ilusión y ganas si eso es posible.
No se si volveremos a coincidir en estos menesteres, pero me gustaría decir que ha sido un placer y un honor estar a sus ordenes y que en mí tiene a un amigo, ¡Ah! y que se ponga bien pronto, que Extremadura necesita gentes como ella.
Un abrazo y gracias por tu confianza.
Damián Beneyto
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