Estamos a punto de finalizar una legislatura. Hemos trabajado codo a codo con nuestros socios en las diversas instituciones: Junta de Extremadura, Asamblea, Diputación de Cáceres, Ayuntamientos. Podemos sentirnos satisfechos. Si es difícil enfrentarse a una gestión pública para poner en práctica nuestros proyectos y nuestras ideas, hacerlo en colaboración con otros, a veces tan diferentes, tan distintos, es un logro del que debemos sentirnos satisfechos. Poco o mucho hemos contribuido con nuestro esfuerzo a la defensa de un interés común y al intento de que nuestra sociedad avance.
En la gestión política, en la gestión publica uno deja su impronta. El cargo ostentado se va nutriendo de la energía depositada en él por cada persona que lo ocupa. El cargo no siempre es un plato de buen gusto, ni siquiera te reporta siempre satisfacciones. A veces el cargo se convierte en una rémora, en una carga que se sufre y se intenta sobrellevar y no siempre se consigue. A veces el cargo es un "cargo trampa", lleno de peligros y siempre habrá alguien que se alegre de los contratiempos provocados por errores involuntarios, o interpretaciones erráticas que parten de una presunción de culpabilidad.
El político, el auténtico político es un fiel servidor del Estado al que representa, actúa siempre de buena fe y en las equivocaciones sabe reconocerlas. El político, el auténtico, sólo encuentra satisfacción cuando a quienes sirve se sienten protegidos y valorados por aquel. El político, el de verdad, tiene vocación de servicio. Aspira a ocupar el cargo para tener más posibilidades de hacer lo que cree que debe hacer; tiene siempre en su mente a los demás, a la gente de su ámbito de actuación y si puede intentará que con su actuación el mundo sea cada vez mejor.
Los regionalistas extremeños valoramos la política y la entendemos como medio, como instrumento idoneo para que nuestra región se sienta protegida, defendida y valorada como territorio común de muchos en el que convergen los ahnelos de nuestros antepasados con el presente de los que residimos y el futuro de quienes seguirán nuestra estela o simplemente deban o quieran poblar esta maravillosa tierra que se llama EXTREMADURA.
Estanislao Martin
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