La cámara en momentos en que se procede a la votación de los presupuestos 2011 |
Damián Beneyto (*)
El
martes 17 de enero del año del señor de 2012 se aprobaban los primeros
presupuestos del Partido Popular en Extremadura, casi 400 enmiendas parciales
del grupo PSOE-Regionalistas eran
fulminadas por los votos populares con el beneplácito en forma de abstención de
Izquierda Unida. Naturalmente no podía esperarse otra cosa, todo estaba pactado
y todo estaba “atado y bien atado”.
Las
consecuencias de este presupuesto para Extremadura lo veremos y lo sufriremos
en los próximos meses.
En
mi opinión es este un presupuesto cobarde, un presupuesto hecho para agradar a
los jefes de Madrid y a los “socios” de IU. Es un presupuesto insolidario para
todos los habitantes de Extremadura pobres y ricos, mujeres y hombres, jóvenes
y viejos, a todos se nos condena al inmovilismo económico a nadie beneficia y a
todos perjudica. El PP ha conseguido con los pespuntes de IU, perdonen la
expresión, “joder a todos por igual”.
Estos
presupuestos no garantizan ni lo más básico: La sanidad, la educación y las
ayudas a la dependencia pilares básicos del estado del bienestar se van a
desmoronar, de hecho ya lo están haciendo y servicios básicos sanitarios están
empezando a no prestarse, plantas de hospitales cerradas por falta de personal
(ejem. Hospital de Plasencia), las listas de espera han aumentado en los
últimos meses a cotas nunca alcanzadas. Las ayudas a la dependencia ni están ni
se las espera. El deterioro de la educación es sólo cuestión de tiempo, el
curso que viene habrán más de 400 profesores menos entre infantil, primaria y
secundaria y de la universidad mejor no hablar, más de 200 millones de pesetas
menos para este año.
El
debate de las enmiendas ha sido en algunos casos esclarecedor y se ha visto
hasta que punto el Sr. Monago estaba dispuesto a ceder a IU, y hasta donde
puede apretar IU para que la amenaza de elecciones anticipadas no se haga
realidad. Un auténtico encaje de bolillos no exento de contradicciones
ideológicas por ambas partes, especialmente del PP. Los populares en no pocas
ocasiones han sido llevados al huerto por las huestes del Sr. Nogales que desde
su atalaya defiende como gato panza arriba su estatus, sus emolumentos y su
permanencia (unas elecciones anticipadas le harían polvo), claro que el PP a
cambio recibe las tranquilizadoras “abstenciones” que permiten al Sr. Monago seguir gobernando
sin sobresaltos.
Son
muchas las incongruencias y contradicciones en las que ha ido cayendo el PP en
este debate presupuestario, especialmente al no apoyar enmiendas presentadas
por el grupo PSOE-REGIONALISTA para no disgustar a sus socios de legislatura,
pero hay una que me gustaría resaltar por su contenido ideológico y porque va
en contra del pensamiento de la mayoría de los votantes del Partido Popular y
es referente a la ENSEÑANZA CONCERTADA.
Nuestro
grupo presentó una enmienda parcial para que se mantuviera la partida
presupuestaria para la enseñanza concertada que aparecía en los presupuestos de
2011 puesto que había sido recortada en más de un 7% en estos presupuestos. La
reacción de IU no se hizo esperar y por
primera y única vez
en todo el debate presupuestario entraron a opinar sobre una enmienda que no
era suya. El Sr. Cascos, hombre de verbo fácil y de retrógradas ideas, nos
obsequió con un discurso anticlerical y
“guerracivilista” al que no le falto más que pedir la quema de conventos y de
iglesias. ¿Y que hizo el PP?, pues votar en contra nuestra enmienda y dejar a
la enseñanza concertada sin la asignación presupuestaria que nosotros pedíamos.
(Quiero aclarar que la actual Ley de Educación de Extremadura pactada y
aprobada en la anterior legislatura por unanimidad regula el papel de la
enseñanza concertada como parte del sistema educativo extremeño).
Dice
el antropólogo Manuel Mundiales que “El
mercado se ha apoderado del conocimiento, de la democracia y la ciencia y los
ha reducido a la única dimensión del beneficio”, a mi me parece que es un
pensamiento para reflexionar y que en este presupuesto que se acaba de aprobar
se hace patente la vigencia del mismo. No puede haber crecimiento económico, ni
creación de puestos de trabajo si sólo tomamos medidas tendentes al ahorro y al
pago de deuda, los recortes deben ir acompañados de otras medidas que reactiven
la economía y fomenten el consumo. No se pueden hacer presupuestos en los que no se licite ni una sola obra pública y
donde no haya inversión.
Como he dicho al principio son unos
presupuestos cobardes que condenan a Extremadura a más paro y a menos
prestaciones sociales.
Con
el tiempo veremos, como decía Rabrindanath Tagore, que “los hechos son muchos pero la verdad es una”.
* Damián Beneyto es Diputado
Regionalista en el Grupo Socialista (Psoe-Regionalistas) de la Asamblea de Extremadura.
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