Ante la pertinaz situación económica que nos aflige, se ha puesto de moda la caza dialéctica a los políticos y a los funcionarios. Yo, en mi doble condición, me siento injustamente agredido por aquellos que nos hacen responsables de todos los males económicos del país e incluso hasta del cambio climático.
Entiendo que aquellos/as que han perdido su empleo y que pasan por momentos complicadísimos de subsistencia miren hacia los que tenemos la suerte de tener un empleo fijo, nos envidien e incluso nos difamen; la necesidad nos hace más intransigentes y menos objetivos, casi todo es comprensible cuando en algunos casos no se tienen ni los artículos de primera necesidad.
Lo que no puedo entender es que algunos políticos, en lugar de buscar soluciones para que mejore la situación cuanto antes, se dediquen a azuzar al personal tildando a los políticos de ladrones, sinvergüenzas y privilegiados y a los funcionarios de vagos y maleantes. Es sencillo buscar el aplauso fácil en estos momentos de una parte de la sociedad dolida por una situación de la que en mayor o menor medida todos somos culpables y querer obtener rentabilidad política poniendo a los pies de los caballos a ciudadanos/as que en la mayoría de las ocasiones sólo son culpables de haber aprobado una oposición o de haberse presentado a unas elecciones. ¡Claro! que puede haber sinvergüenzas en la política y vagos e incompetentes entre los funcionarios pero no más que en otros gremios y a esos, si hay que juzgarlos se les juzga y si hay que "largarlos", pues, ¡a la calle!, pero poner a todos en el mismo saco no sólo es injusto es además peligroso.
Si echamos la culpa a los emigrantes de todos los males fomentaremos los partidos racistas y xenófobos; por el contrario, si la culpa se la echamos a los políticos estaremos creando el caldo de cultivo para el resurgimiento de partidos totalitarios.
Si seguimos lanzando a la sociedad mensajes sesgados y poco objetivos estaremos propiciando que ideologías totalitarias, aprovechándose del malestar existente, obtengan representación política que con el tiempo podrían poner en peligro la democracia.
Por eso opino que ¡ya está bien de buscar el voto a costa de la estabilidad del sistema!, tenemos la suerte de vivir en un estado de derecho, ¡no lo pongamos en peligro!
Damián Beneyto Pita
Entienda que tampoco es usted objetivo por pertenecer al gremio "atacado". Estoy de acuerdo con usted en algunas cosas, no todos los funcionarios ni los políticos son del lado oscuro. De hecho, estoy convencido de que la mayoría no lo son. Los funcionarios tienen un empleo seguro, pero también es cierto que generalmente cobran menos de lo que cobrarían si trabajasen en el sector privado.
ResponderEliminarHasta ahí bien. Ahora le comentaré lo que no me parece bien:
a) La gran dificultad que existe para echar a un funcionario. Esta impunidad no hace ningún bien al resto de funcionarios que sí hacen su trabajo. Entiendo que tengan más seguridad que otros trabajadores, pero hay algunos funcionarios que no hacen su trabajo y, simplemente, están blindados. Le puedo dar nombres de varios...
b) Según tengo entendido, algunos de los consejeros que Vara ha echado que han estado cierto tiempo trabajando de consejeros van a conservar su sueldo a pesar de no conservar su empleo. Hasta donde yo sé, esto no sólo pasa en Extremadura. A mi me parece una tomadura de pelo.
c) Me parece correcto decir que azuzar es contraproducente, pero creo que la jerarquía que hay montada sigue siendo demasiado vertical.
Por cierto, ¿a qué político en concreto se refiere?